Guía de piel: piel con rosácea
Antes de nada, si has llegado hasta aquí y te identificas en estas fotos, mi consejo es que actues con precaución. La rosácea puede ser mucho peor de lo que se muestra en estas fotografías, pero como no quería poner fotos muy desagradables, mejor te lo explico.
¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una patología cutánea que habitualmente afecta al rostro, y más en mujeres que en hombres. Se caracteriza por una inflamación de la piel y puede producirse por todo el rostro, aunque la zona de las mejillas y de la nariz es más propensa a sufrirla. Cursa en forma de brotes que pueden durar unos días o meses y que empeoran con los contrastes térmicos. También el nivel de estrés y la alimentación influyen en su aparición y cronicidad.
Como he comentado antes, las rosáceas mostradas en las fotos son casos de rosácea con ‘flushing cutáneo’, es decir, enrojecimiento de la piel, suaves. En los brotes de rosácea más graves, es muy común que aparezcan granos inflamados, sobre todo en la zona de la nariz y mejillas.
Tratar la rosácea con cosmética es posible hasta cierto punto
Tratar la rosácea con cosméticos, aunque sean de una alta efectividad, solo será posible si tu brote o tipo de rosácea no es muy grave; si no, debes acudir a un dermatólogo para que te vea y, si es necesario, te recete otros productos con los que tratar tus brotes de forma puntual.
Sin embargo, y aunque este sea el caso, puedes complementar tus cuidados con nuestros productos más calmantes. A continuación tienes los más acertados para controlar este tipo de piel. Comenzamos por la limpieza para pieles secas con la limpiadora y el tónico de pieles sensibles. Si tienes una rosácea con acné, entonces deberás optar por el agua micelar o el jabón de arcilla.
Como hidratantes de día y de noche debes ceñirte a estas pocas alternativas, ya que son las más seguras y calmantes para tu piel.